El terremoto ocurrido en Myanmar y que repercutió en lugares lejanos como la capital de Tailandia el mes pasado, dejó un saldo estrepitoso de más de 300 muertos, siendo considerado el desastre natural más mortífero en ese país en años. Ahora, la NASA reveló otras estadísticas desorbitantes: los sismos del 28 de marzo generaron una fractura superficial de aproximadamente 550 kilómetros de longitud, una de las rupturas más largas que se haya documentado.

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Los sismos que sacudieron a Myanmar fueron catalogados como una secuencia inusual por la comunidad científica debido a la extensión y rapidez de la ruptura de la falla involucrada. Un mes después, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) ha determinado que estos movimientos telúricos provocaron un desplazamiento del suelo de hasta seis metros en ciertas zonas.

Cómo fue la detección de la falla

Especialistas del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la NASA elaboraron un mapa que ilustra el movimiento del suelo durante los sismos. En colaboración con el Laboratorio Sismológico del Instituto Tecnológico de California (Caltech), el equipo de Análisis e Imágenes Rápidas Avanzadas (ARIA) del JPL utilizó datos de radar y ópticos obtenidos por los satélites Sentinel-1A, Sentinel-2B y Sentinel-2C, de la Agencia Espacial Europea, para estudiar el fenómeno, consignó el medio Wired.

El Sentinel-1A está dotado de un radar de apertura sintética (SAR) que permite captar imágenes de la superficie terrestre mediante pulsos de microondas. Por su parte, los satélites Sentinel-2B y Sentinel-2C emplean sensores multiespectrales que registran información óptica. Gracias a esta tecnología, los investigadores de ARIA lograron calcular el desplazamiento horizontal del suelo en la región afectada, comparando las distancias entre píxeles en imágenes captadas antes y después del terremoto.

Las desorbitantes consecuencias del terremoto en Myanmar

A partir del análisis, se identificaron movimientos del terreno superiores a tres metros en diversas secciones de la falla, con zonas donde el desplazamiento acumulado alcanzó más de seis metros.

La agencia estadounidense también destacó que la región de Myanmar donde ocurrieron los epicentros es conocida por su elevada actividad sísmica. Desde 1900, el USGS ha registrado seis terremotos con magnitud superior a 7.0 en un radio de 250 kilómetros respecto a los eventos del 28 de marzo. Se calcula que los temblores ocurridos el mes pasado generaron una fractura superficial de aproximadamente 550 kilómetros de longitud, la cual se extiende desde el norte de Mandalay hasta el sur de Naipyidó, la capital del país.

“Se trata de una de las rupturas superficiales provocadas por fallas de desgarre más largas que se haya documentado. Además de su extraordinaria extensión, investigaciones anteriores revelaron que también fue notablemente rápida, lo que sugiere que podría tratarse de un caso raro de super cizalladura”, detalló la NASA. El super cizallamiento hace que los terremotos intensifiquen su escala y su potencial de destrucción aumente.